Apareces entrelineas, como deseo insaciable. Te vuelves imprudente pasión desenfrenada entre mis dedos, al recorrerte, efímera fuente de inexistencia.
Guardo aún el sabor de tus palabras, como sintiendo latente aún, aquella noche; dulce tesoro. Recorro paso a paso nuestro caminar, en contraria dirección, como queriendo revivirlo.
Vivo atrapado en un recuerdo que involuntariamente me encadena a tu existir.
Imagino verte cada vez, entre inexpresivas multitudes, aún cuando sé que te esconden de mí.
Un torbellino de emociones me arrebata y envuelve cada uno de mis sentidos.
Quisiera saberte real; robar de mis labios aquel “imposible”, que como barrera me mantiene siendo sólo un espectador más.
Redefinamos el idealismo, y hagámoslo esta vez distinto.
Reiteradas apariciones en perturbadoras ausencias oníricas. Amargos amaneceres inconclusos, llenos de aquel vacío sabor a ti.
Guardo aún el sabor de tus palabras, como sintiendo latente aún, aquella noche; dulce tesoro. Recorro paso a paso nuestro caminar, en contraria dirección, como queriendo revivirlo.
Vivo atrapado en un recuerdo que involuntariamente me encadena a tu existir.
Imagino verte cada vez, entre inexpresivas multitudes, aún cuando sé que te esconden de mí.
Un torbellino de emociones me arrebata y envuelve cada uno de mis sentidos.
Quisiera saberte real; robar de mis labios aquel “imposible”, que como barrera me mantiene siendo sólo un espectador más.
Redefinamos el idealismo, y hagámoslo esta vez distinto.
Reiteradas apariciones en perturbadoras ausencias oníricas. Amargos amaneceres inconclusos, llenos de aquel vacío sabor a ti.
0 Responses to “Sabor a ti”